Hay similitudes entre las normas y los reglamentos técnicos, pero también hay algunas diferencias importantes.

Los reglamentos técnicos y las normas establecen las características específicas de un producto, como su tamaño, su forma, su diseño, sus funciones y sus prestaciones, o el modo en que se etiquetan o envasan antes de su comercialización. En algunos casos, el modo de producción de un producto puede afectar a estas características, por lo que puede resultar más apropiado redactar los reglamentos técnicos y las normas en función del proceso y los métodos de producción de un producto que de sus características per se. El Acuerdo OTC tiene en cuenta ambos enfoques a la hora de definir los reglamentos técnicos y las normas.

Los reglamentos técnicos sólo deben aplicarse por razones legítimas, mientras que las normas van más allá. Los reglamentos técnicos son utilizados por el Estado para regular y controlar los productos que pueden ser perjudiciales para la salud y la seguridad de la población, la fauna, la flora y el medio ambiente, mientras que las normas son utilizadas por todas las partes para proporcionar un entendimiento común y la aplicación de los requisitos para los productos y servicios por acuerdo o contrato. Otras diferencias tienen que ver con su estatus legal, las responsabilidades de desarrollo y aplicación, más que con los detalles técnicos de los productos tratados.